jueves, 16 de junio de 2011

LA ENFERMERA Y LA MUDITA.


La enfermera “C” cuidaba de la “H” desde que esta se puso malita, y esta seguía triste porque no podía hablar. Pero un día por casualidad este problema se solucionó. Un día la H después de pasar calor bebió un vaso de naranjada fría, y se acatarró tanto que tuvo que llamar a la enfermera porque tenía fiebre. La enfermera pasó todo el día cuidándola sin poder ir de paseo con los príncipes.
La doctora “T” le recetó que saliera a tomar el sol y el aire para ponerse fuerte. La enfermera C la acompañaba y la llevaba del brazo. Iban calladas las dos, cuando pasaban delante del señor estudioso la H estornudó: “Chiss, Chiss, Chisssss” El señor estudioso se volvió y se quedó sorprendido. ¡Esa letra no la había oído nunca! La llamará CH. Y ya podrá escribir palabras como ch…ico, ch…aqueta, ch…ocolate…
Saludos.

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